La noche mas
larga del año y el amanecer que marca el comienzo de la fase mas yin del año.
Yin Femenina. Es
el solsticio de la mujer. Momento en que la energía receptiva de la Tierra
cumple con su tarea de guardar lo que ha recibido para almacenarlo en su útero
hasta la primavera, cuando comenzamos nuevamente a abrirnos para luego
florecer.
Durante el
invierno es el fuego el que nos calienta. El fuego masculino en el centro de
nuestros círculos. Allí encontramos el calor mientras la Tierra, introspectiva,
se va para dentro, absorbe en vez de dar.
Las mujeres debiéramos
poder hacer lo mismo: tener nuestros inviernos, anunciar nuestros solsticios y
dedicarnos un tiempo a la introspección. El ciclo menstrual nos lleva a eso mes
a mes pero porque no hacerlo también intencionalmente.
La Tierra, después
del largo invierno, rejuvenece, crea nuevamente, se renueva. Pero para renacer
hay que morirse, pasar la noche oscura, para el frio invierno.
Hemisferio Sur: Bienvenido el invierno!