Hay muchas madres
que por las actividades de sus hijos no pueden ser mujeres... Me es muy común
recibir el comentario “No puedo ese día porque mi hijo/a hace tal cosa”, “No
hago yo porque mis hijos hacen (y yo soy el taxi de ellos)”.
No se es madre
sin ser mujer. No se es esposa sin antes ser soltera. Ese es el orden y aun así
nos cuesta terriblemente poner, ante las necesidades, primero a la mujer que a
la madre o que a la esposa.
Me pregunto si
está tan bien esto de desvivirse por los hijos (y el marido)? No lo sé... desvivirse,
no vivir...
Pero estamos
educadas así: ponemos las necesidades de los hijos antes que las nuestras. Eso
nos lleva relegarnos constantemente en nuestras propias necesidades. Una madre
que nunca puede hacer nada para ella, no puede nutrirse a sí misma como mujer,
se va secando por dentro.
Las mujeres
necesitamos abrirnos a recibir de otras mujeres. Esa es la idea de los círculos
de mujeres. La madre que siempre es madre y nunca es mujer, solo mujer, se “enferma
de maternidad” y cuando sus hijos crecen y ya no la necesitan tanto o se van de
la casa, la madre no sabe qué hacer, se queda vacía.
Las mujeres
tenemos que hacer por nosotras mismas, comprendiendo que la mujer que soy está
antes que la madre que soy. No es un lugar egoísta. Es un lugar de
fortalecimiento y cuidado a una misma, básicamente para no explotar o deprimirse
completamente, que son las reacciones que surgen luego de auto-anularse
constantemente.
Historia de una mujer pobre que
pide limosna
Me da unas monedas para mi hijos? Dice la mujer
pobre que pide limosna en la puerta de un supermercado.
Una mujer que sale con sus compras le deja unas
monedas. Unos minutos mas tarde, cuando está partiendo con su auto, ve a la
mendiga gastar las monedas en algo de comida para ella misma.
Un poco indignada va y le reclama: “Esas monedas
eran para alimentar a sus hijos, qué vergüenza! O deja sus hijos sin comer o es
mentira”.
La mendiga la mira tristemente y le responde: “Mis
hijos están en la escuela, siempre tienen un humilde plato de comida que les
preparo con lo que me da la gente, pero ahora estoy muy cansada y débil, llevo
horas pidiendo y hoy no ha sido un buen día, si no recupero un poco de fuerzas
no llegaré a juntar suficiente para la cena de esta noche.”