6.3.13

Los ciclos energéticos femeninos

Todo en el universo es un equilibrio complementario de yin y yang. Yin representando lo pasivo, yang lo activo; yin lo oscuro, yang lo luminoso; yin lo descendente, yang lo ascendente. Uno no es mejor que el otro, se necesitan mutuamente para existir y lo hacen en armonía.

Los sucesos, los procesos de la vida, las cosas que nos pasan, se dan de esta misma manera, en el contexto de un movimiento energético que sucede de yin a yang y viceversa (para más info, leer aquí…).

Los ciclos energéticos femeninos respetan la misma norma. Reconocerlos en nuestro propio cuerpo ayuda a respetarlos y armonizarnos con ellos. Observar en que etapa del ciclo estamos nos ayuda a comprender las sensaciones, emociones, estado físico y energético por el que podemos estar pasando y fluir con ellas.

A partir de ahora sabremos que al estar en una etapa yin la energía desciende, puede ser que tengamos sensaciones de cansancio, emociones con tendencia introspectiva, pensamientos un tanto obsesivos, pesadez y tal vez algún dolor.

La etapa yang de cada ciclo, por el contrario, nos dará energía de sobra, exaltación, pensamientos creativos, falta de concentración, liviandad y mucho impulso o impulsividad.

Cualquiera de estos estados en exceso implica un desequilibrio. Pero mas allá de lo desequilibrado o no que puede venir el ciclo, lo mas importante es cómo nos armonizamos con él. Debemos aprender a respetar nuestro cuerpo y lo que sentimos a través del él. Si sentimos cansancio deberíamos bajar el ritmo y descansar. Si sentimos necesidad de soledad, deberíamos estar unos momentos a solas. Si sentimos energía de sobra, deberíamos aprovecharla para llevar a cabo lo que vamos dejando pendiente.

No debemos creer que los ciclos femeninos nos limitan, sino todo lo contrario, los ciclos femeninos nos dan la pauta sobre las acciones que podemos llevar a cabo cada momento, son una ayuda muy importante para mantenernos en eje.

Además, démonos cuenta que el ciclo es justamente eso, un ciclo que va variando, eso significa que el cansancio no va a ser eterno, ni tampoco el impulso va a ser eterno. Comprender, observar en una misma e internalizar estos procesos nos ayudará a aprovechar cada momento en función de la energía que surge de nosotras mismas, en vez de ir en contra de la corriente todo el tiempo.

Los ciclos femeninos que vamos a analizar son tres. En el próximo artículo veremos el primero: el ciclo femenino de menstruación- ovulación.