Como vislumbramos en el artículo anterior, hay dos ciclos menores que
contemplar dentro del ciclo de menstruación – ovulación.
Desde de día 1 de
la menstruación al día de la ovulación, pasan arquetípicamente, 14 días de
cualidad yin. En ese período menor también se da una trasmutación energética.
Los primeros 7 días, los días en los que menstruamos, son yin y los 7 días
restantes, hasta que ovulamos, son yang.
Desde el día 15
hasta el 28, pasan 14 días de cualidad yang. Los primeros 7 días son yin,
aquellos días en los que el óvulo vive en el útero, y los últimos 7 días del
ciclo son yang, días en los cuales el útero se prepara para soltar los restos
de un ciclo no fecundado.
La comprensión a
este nivel suele ser confusa ya que tantos yin y yangs se empiezan a mezclar.
Lo importante a tener en cuenta es que luego del final de la menstruación hay
un cambio energético, con lo cual podemos sentir diferencias en nuestras
emociones, en nuestro cuerpo y en los pensamientos, que durante la menstruación
eran de cualidad yin y hacia la ovulación son de cualidad yang.
Lo mismo vuelve a
suceder al finalizar la fase lútea del ciclo hormonal (proceso hormonal que
mantiene el útero en condiciones para la fecundación). El óvulo, al no ser
fecundado, muere y el útero se prepara para menstruar, esto sucede alrededor de
7 días luego de la ovulación. Durante la fase lútea la energía de este período
es de cualidad yin y posteriormente trasmuta a yang.
Nuestro cuerpo no
nos da referencias tan concretas en este caso, como lo es la menstruación o la
ovulación, para darnos cuenta del momento en el que sucede la trasmutación
energética. Este nivel de energía es mas sutil que el del ciclo de menstruación
– ovulación por lo que requerirá una observación más fina de nuestra parte.
Estos ciclos
menores también funcionan como ciclos de adaptación al ciclo mayor, una
adaptación física, emocional y mental al cambio que sugiere menstruar u ovular.
Esto es una pauta que puede sernos útil la hora de observar y reconocer los
propios ciclos y etapas que estemos transitando. Cuando nos encontramos en
fases yin, hay mayor rigidez, por ende menos adaptación. En las etapas yang nos
es mas fácil acomodaros a lo que está sucediendo. Entonces vendría bien
preguntarnos en cada momento qué nivel de resistencia estamos teniendo.
Diferencias en estos ciclos menores
Evidentemente
también en este caso, cada mujer debe aprender a reconocer sus ciclos. Para
cada mujer la duración de su menstruación es propia, lo mismo que la duración
de la fase lútea y los días de pre-menstruación. De esta manera, al igual que
en el caso del ciclo de menstruación – ovulación, los gráficos muestran ciclos
arquetípicos y puede haber tantas variaciones de los mismos como mujeres en el
mundo.
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En el próximo artículo, el tercer y último
ciclo de energía femenina: el ciclo de energía de los ovarios.