Lo que si sé es que la energía femenina es de naturaleza yin: profunda,
latente, oscura, enraizada, y que tal vez estamos en un momento en el que nos
es necesario expresar aquello que llevamos guardado durante tiempo. La energía femenina
también es creativa, sanadora y luminosa desde el centro. Es hora de mostrar la
luz que cada una de nosotras tiene dentro?
Primero necesitamos compartir entre nosotras lo que vamos descubriendo cada
una en su camino, así nos damos cuenta que nos suceden cosas parecidas y eso
nos ayuda a no sentirnos tan solas. La soledad es un común denominador en el
camino femenino. Siempre me encuentro con mujeres que me cuentan que en algún punto
se sienten solas.
Nuestro camino hacia el interior es solitario por momentos, pero muchas
veces somos muchas personas solas todas juntas. A pesar de que las batallas
propias deben lucharse en soledad, estamos acompañadas en el campo de batalla
por muchas mujeres que se encuentran en la misma búsqueda.
Tengo el propósito de generar un espacio donde las mujeres nos podamos
juntar a compartir lo que necesitemos en cada momento, desde un lugar no
juicio, sino de escucha abierta y respeto. No hace falta ayudarnos, se que cada
una de nosotras tiene la fortaleza suficiente como para vencer cada obstáculo que
se le presente. Solamente necesitamos compartir, vernos entre nosotras en el
campo de batalla, saber que somos muchas las que estamos transitando estos
caminos y que nuestros caminos están cerca.
Así va comenzando este proyecto.