Esta descripción
es también conocida como la teoría de las Tres Doncella Simples, las princesas
de la energía femenina. Se dice que cuidando de estas tres doncellas, las
mujeres logran la salud y la longevidad.
Una forma muy
simple de trabajar con estas tres energías a diario es realizar la siguiente meditación:
Siéntate en un
lugar tranquilo, con tu espalda recta, y primero observa unos minutos tu respiración
hasta que veas que se calma junto con tu mente. Para ello puedes comenzar esta meditación
con un mantra que conozcas, un mudra al que estés habituada o simplemente concentrándote
en seguir la respiración, el aire que entra y sale de tu cuerpo.
Luego de unos
minutos, siente tu coronilla, el punto mas alto de tu cabeza que está conectado
con el cielo. Imagina que ingresa por allí un rayo de luz blanca que baja por
tu cuerpo y se instala como una esfera de luz en tu útero. Luego visualiza un
rayo de luz amarilla o dorada, que ingresa por la coronilla y baja por tu
cuerpo y se instala como una esfera de luz en tu dantien – segundo chakra. Por último,
imaginas el rayo de luz violeta que se instala como una esfera de luz en el
centro de tu pecho – cuarto chakra.
Puedes quedarte
unos minutos con estas tres esferas de energía en tu cuerpo. Puedes concentrarte
mas en alguna de ellas o solamente estar allí, respirando esta energía.
Luego de unos
minutos intenta que la luz que irradian las tres esferas vaya creciendo hasta
llenar todo tu cuerpo con estos tres colores. Para ello puedes ayudarte con la exhalación:
cada vez que exhalas expandes la energía en tu interior.
La energía es
ilimitada, puedes seguir viendo los tres rayos de luz que entran por tu
coronilla y te nutren de la energía femenina constantemente. Con lo cual la
energía impregna inevitablemente todo tu cuerpo a medida que visualizas la luz
de las tres esferas iluminándote desde tu interior.
La imagen final
que puedes llegar a lograr es que te veas desde tu interior, recibiendo los
tres rayos de luz violeta – amarillo – blanco en tu coronilla, veas las tres
esferas de energía en tu cuerpo y te veas iluminada – por dentro y fuera – por
las tres tonalidades de luz.
Si has alcanzado
esa imagen puedes quedarte unos minutos así. Si no lo logras la primera vez, es
normal si no estás habituada a meditar y a visualizar. Lleva práctica lograr
concentrarse y poner la intención de la mente a nuestro favor. Practica a diario
y los resultados irán mejorando.
Para terminar la meditación
puedes utilizar algún sello energético que ya conozcas (de reiki, yoga, etc.) y
si no conoces ninguno lo que debes hacer es pensar y tener la intención de que
la energía trabajada quede en ti. Puedes decir una frase como “esta energía
queda en mi” y luego a medida que la visualización se disuelve seguir atenta a
la respiración unos momentos y desarmar la postura suavemente. Es importante no
“salir corriendo” luego de una práctica energética sino con atención y cuidado
sobre la propia energía que acaba de ponerse en acción.
Esta meditación se
puede realizar a diario y lleva solo unos minutos. Espero que la disfruten!