“Si bien hay
claras diferencias entre las energías de los ovarios y las del útero, muchas
mujeres tienen problemas en estos órganos al mismo tiempo. Por ejemplo,
bastantes mujeres que tienen los ovarios afectados por endometriosis también tienen
fibromas [tumores fibrosos, llamados también liomio-fibromas, mio-fibromas o
miomas] en el útero. Es útil, por lo tanto, hablar en general de la naturaleza
global de las formas de energía emocional y psíquica que generan salud y
enfermedad en los órganos pelvianos antes de hablar de estas zonas por
separado.
Los órganos
pelvianos internos (ovarios, trompas y útero) están relacionados con el segundo
chakra. Su salud depende de que la mujer se sienta capaz, competente o poderosa
para crearse abundancia y estabilidad económica y emocional, y para expresar
plenamente su creatividad. Debe ser capaz de sentirse bien consigo misma y con
las relaciones que mantiene con las demás personas de su vida. Por otra parte,
las relaciones que ella encuentra estresantes y limitadoras afectan
adversamente a sus órganos pelvianos internos. Así pues, si la mujer continúa
en una relación no sana porque piensa que no es capaz de mantenerse económica o
emocionalmente, sus órganos pelvianos internos corren un mayor riesgo de enfermedad.
La enfermedad
sólo se crea cuando la mujer está frustrada por no poder efectuar los cambios
que necesita hacer en su vida. La probabilidad y la gravedad de la enfermedad
están relacionadas con cómo funcionan los diversos aspectos de su vida. Una vida
conyugal y familiar alentadora, por ejemplo, puede compensar en parte un
trabajo estresante. Una clásica pauta psíquica asociada con problemas físicos
de la pelvis es la de la mujer que desea liberarse de comportamientos
limitadores en sus relaciones (con su marido o en el trabajo, por ejemplo),
pero que no es capaz de afrontar el miedo a la independencia que le produce ese
cambio. Aunque es posible que se dé cuenta de que otras personas le limitan la
capacidad de liberarse, su principal conflicto está en realidad en ella misma,
en torno a sus propios temores. (…)
Otro problema que
afecta a los órganos pelvianos es la competición entre diversas necesidades.
Cuando la necesidad interior de compañía y apoyo emocional está en competición
con la necesidad exterior de éxito, autonomía y aprobación tribal, esta
situación puede manifestarse en los órganos pelvianos internos, los ovarios y
el útero. Nuestra cultura nos enseña que no podemos tener al mismo tiempo
satisfacción emocional y éxito económico, y que nuestras necesidades de ambas
cosas son mutuamente excluyentes; que, como mujeres, no podemos tenerlo todo.
Normalmente a las mujeres no se nos enseña a manejar los bienes económicos
porque el sistema patriarcal depende de que nosotras seamos dependientes.
Puesto que tener dinero y una buena posición social nos protege y hace que nos
sintamos seguras, se nos ha enseñado que para encontrar seguridad tenemos que
casarnos, y a los hombres se les ha enseñado que tienen que proporcionar dinero
y una buena posición social a las mujeres. El éxito, en el sistema adictivo,
nos permite dominar a los demás. Estas creencias y el comportamiento dominador
que resulta de ellas son el terreno propicio para los problemas pelvianos.
En lo que
respecta a la energía, el útero está relacionado con el sentido de identidad
más íntimo de la mujer y con su mundo interior. Simboliza sus sueños y los yoes
a los que le gustaría dar a luz. La salud del útero refleja la realidad
emocional interior de la mujer y su fe en sí misma en el grado más profundo.
La salud del útero está en peligro si la mujer no cree en sí misma o es
excesivamente autocrítica.
La energía
uterina es más lenta que la energía ovárica. El tiempo de gestación biológica
del feto es de nueve meses lunares, mientras que el tiempo de gestación
biológica de un óvulo es solamente de un mes lunar. Podemos imaginar el útero
como la tierra, ya sea simbólica o biológica, en la cual van a desarrollarse
con el tiempo las semillas creadoras de los ovarios.
La energía
ovárica es más dinámica y cambia más rápidamente que la del útero. En los años
reproductores, los ovarios sanos crean nuevas semillas cada mes de forma
dinámica. Cuando esta energía ovárica dinámica necesita que le prestemos
atención, los ovarios son capaces de cambiar con mucha rapidez. Un quiste
ovárico puede hacerse grande en cuestión de días en las circunstancias
adecuadas.
La salud de los
ovarios está directamente relacionada con la calidad de las relaciones de la
mujer con las personas y cosas que la rodean. Los ovarios están en peligro
cuando la mujer se siente controlada o criticada por otras personas, o cuando
ella controla o critica a los demás.”
Extracto del libro “Cuerpo de mujer, Sabiduría de
mujer” de Christiane Northrup.
Imagen: “Útero” por Emma
Plunkett.