12.2.14

Anatomía de la energía femenina

 


“Si bien hay claras diferencias entre las energías de los ovarios y las del útero, muchas mujeres tienen problemas en estos órganos al mismo tiempo. Por ejemplo, bastantes mujeres que tienen los ovarios afectados por endometriosis también tienen fibromas [tumores fibrosos, llamados también liomio-fibromas, mio-fibromas o miomas] en el útero. Es útil, por lo tanto, hablar en general de la naturaleza global de las formas de energía emocional y psíquica que generan salud y enfermedad en los órganos pelvianos antes de hablar de estas zonas por separado.

Los órganos pelvianos internos (ovarios, trompas y útero) están relacionados con el segundo chakra. Su salud depende de que la mujer se sienta capaz, competente o poderosa para crearse abundancia y estabilidad económica y emocional, y para expresar plenamente su creatividad. Debe ser capaz de sentirse bien consigo misma y con las relaciones que mantiene con las demás personas de su vida. Por otra parte, las relaciones que ella encuentra estresantes y limitadoras afectan adversamente a sus órganos pelvianos internos. Así pues, si la mujer continúa en una relación no sana porque piensa que no es capaz de mantenerse económica o emocionalmente, sus órganos pelvianos internos corren un mayor riesgo de enfermedad.

La enfermedad sólo se crea cuando la mujer está frustrada por no poder efectuar los cambios que necesita hacer en su vida. La probabilidad y la gravedad de la enfermedad están relacionadas con cómo funcionan los diversos aspectos de su vida. Una vida conyugal y familiar alentadora, por ejemplo, puede compensar en parte un trabajo estresante. Una clásica pauta psíquica asociada con problemas físicos de la pelvis es la de la mujer que desea liberarse de comportamientos limitadores en sus relaciones (con su marido o en el trabajo, por ejemplo), pero que no es capaz de afrontar el miedo a la independencia que le produce ese cambio. Aunque es posible que se dé cuenta de que otras personas le limitan la capacidad de liberarse, su principal conflicto está en realidad en ella misma, en torno a sus propios temores. (…)

Otro problema que afecta a los órganos pelvianos es la competición entre diversas necesidades. Cuando la necesidad interior de compañía y apoyo emocional está en competición con la necesidad exterior de éxito, autonomía y aprobación tribal, esta situación puede manifestarse en los órganos pelvianos internos, los ovarios y el útero. Nuestra cultura nos enseña que no podemos tener al mismo tiempo satisfacción emocional y éxito económico, y que nuestras necesidades de ambas cosas son mutuamente excluyentes; que, como mujeres, no podemos tenerlo todo. Normalmente a las mujeres no se nos enseña a manejar los bienes económicos porque el sistema patriarcal depende de que nosotras seamos dependientes. Puesto que tener dinero y una buena posición social nos protege y hace que nos sintamos seguras, se nos ha enseñado que para encontrar seguridad tenemos que casarnos, y a los hombres se les ha enseñado que tienen que proporcionar dinero y una buena posición social a las mujeres. El éxito, en el sistema adictivo, nos permite dominar a los demás. Estas creencias y el comportamiento dominador que resulta de ellas son el terreno propicio para los problemas pelvianos.

En lo que respecta a la energía, el útero está relacionado con el sentido de identidad más íntimo de la mujer y con su mundo interior. Simboliza sus sueños y los yoes a los que le gustaría dar a luz. La salud del útero refleja la realidad emocional interior de la mujer y su fe en sí misma en el grado más profundo. La salud del útero está en peligro si la mujer no cree en sí misma o es excesivamente autocrítica.

La energía uterina es más lenta que la energía ovárica. El tiempo de gestación biológica del feto es de nueve meses lunares, mientras que el tiempo de gestación biológica de un óvulo es solamente de un mes lunar. Podemos imaginar el útero como la tierra, ya sea simbólica o biológica, en la cual van a desarrollarse con el tiempo las semillas creadoras de los ovarios.

La energía ovárica es más dinámica y cambia más rápidamente que la del útero. En los años reproductores, los ovarios sanos crean nuevas semillas cada mes de forma dinámica. Cuando esta energía ovárica dinámica necesita que le prestemos atención, los ovarios son capaces de cambiar con mucha rapidez. Un quiste ovárico puede hacerse grande en cuestión de días en las circunstancias adecuadas.

La salud de los ovarios está directamente relacionada con la calidad de las relaciones de la mujer con las personas y cosas que la rodean. Los ovarios están en peligro cuando la mujer se siente controlada o criticada por otras personas, o cuando ella controla o critica a los demás.”

Extracto del libro “Cuerpo de mujer, Sabiduría de mujer” de Christiane Northrup.
Imagen: “Útero” por Emma Plunkett.