26.2.14
19.2.14
La mariposa como símbolo de lo femenino
Extracto del libro “Luna Roja” de Miranda Gray.
“El uso de la mariposa como símbolo de la feminidad se
remota a la era neolítica; su imagen representaba a la diosa minoica de la vida
y la fertilidad, y la forma de sus alas imitaba los labios que circundan la
vagina femenina. En la cultura azteca encarnaba la fertilidad y la vegetación,
y había una especie en particular que simbolizaba a la diosa en los rituales
asociados con las mujeres y las flores.
La mariposa estaba vinculada tanto al alma y al fuego del
espíritu como al renacimiento. Así, la oruga que se transforma en mariposa era
una metáfora del concepto de la vida después de la muerte: es el viejo cuerpo
apegado a la tierra que deja paso a una forma nueva y más bella. Un ejemplo es
la leyenda irlandesa en la que la doncella Etain, convertida en mariposa por
una rival, viaja por todo el mundo bajo esta apariencia hasta que renace como
humana nuevamente.
Así mismo se la relacionaba con el fuego; de hecho, la
palabra gaélica que daba nombre a la antorcha que se encendía en la fogata
ceremonial y a su vez se utilizaba para encender los fuegos de toda la
comunidad también quería decir «mariposa».
Tal como sucede con otras imágenes femeninas, también se la
asoció con la luna, pues la curva de sus alas reflejaba las fases creciente y menguante, y en la cultura minoica la
estilización de su figura originó la imagen del hacha de dos cabezas o labrys.”
17.2.14
Nueva Actividad: Taller de Energía Femenina
Energía Femenina en Movimiento
Taller mensual
Este es un taller
que realizaremos una vez por mes, durante todo el año. Las clases son
independientes entre sí, cada mujer puede asistir a las que desee.
Trabajaremos mes
a mes distintos temas relacionados a la energía femenina: nuestros ciclos, la
menstruación, la menopausia, nuestra salud, nuestras emociones y pensamientos y
tantos más, acompañándonos de técnicas simples para armonizar nuestra energía.
Será un espacio
donde compartir, escuchar, colaborar, aprender sobre nosotras mismas y nutrirnos
mutuamente. Comienza el jueves 20 de febrero y luego será siempre el segundo
jueves de cada mes, hasta noviembre de 2014.
Es una actividad abierta
a todas las mujeres interesadas. No hacen falta conocimientos previos de
ninguna disciplina. Es necesario confirmar asistencia, el cupo es limitado dada
la disponibilidad del espacio físico.
Primer encuentro: Taller de Energía Femenina de Febrero
Lugar: barrio
Chateau Carreras. Costo: $70.
Tema:
Los ciclos
energéticos femeninos.
Práctica de
meditación con las tres fuerzas vitales femeninas.
Consultas y confirmación
de asistencia: Por mail a taichidelparque@gmail.com
Por teléfono al 156 473 543 / 4846377.
12.2.14
Anatomía de la energía femenina
“Si bien hay
claras diferencias entre las energías de los ovarios y las del útero, muchas
mujeres tienen problemas en estos órganos al mismo tiempo. Por ejemplo,
bastantes mujeres que tienen los ovarios afectados por endometriosis también tienen
fibromas [tumores fibrosos, llamados también liomio-fibromas, mio-fibromas o
miomas] en el útero. Es útil, por lo tanto, hablar en general de la naturaleza
global de las formas de energía emocional y psíquica que generan salud y
enfermedad en los órganos pelvianos antes de hablar de estas zonas por
separado.
Los órganos
pelvianos internos (ovarios, trompas y útero) están relacionados con el segundo
chakra. Su salud depende de que la mujer se sienta capaz, competente o poderosa
para crearse abundancia y estabilidad económica y emocional, y para expresar
plenamente su creatividad. Debe ser capaz de sentirse bien consigo misma y con
las relaciones que mantiene con las demás personas de su vida. Por otra parte,
las relaciones que ella encuentra estresantes y limitadoras afectan
adversamente a sus órganos pelvianos internos. Así pues, si la mujer continúa
en una relación no sana porque piensa que no es capaz de mantenerse económica o
emocionalmente, sus órganos pelvianos internos corren un mayor riesgo de enfermedad.
La enfermedad
sólo se crea cuando la mujer está frustrada por no poder efectuar los cambios
que necesita hacer en su vida. La probabilidad y la gravedad de la enfermedad
están relacionadas con cómo funcionan los diversos aspectos de su vida. Una vida
conyugal y familiar alentadora, por ejemplo, puede compensar en parte un
trabajo estresante. Una clásica pauta psíquica asociada con problemas físicos
de la pelvis es la de la mujer que desea liberarse de comportamientos
limitadores en sus relaciones (con su marido o en el trabajo, por ejemplo),
pero que no es capaz de afrontar el miedo a la independencia que le produce ese
cambio. Aunque es posible que se dé cuenta de que otras personas le limitan la
capacidad de liberarse, su principal conflicto está en realidad en ella misma,
en torno a sus propios temores. (…)
Otro problema que
afecta a los órganos pelvianos es la competición entre diversas necesidades.
Cuando la necesidad interior de compañía y apoyo emocional está en competición
con la necesidad exterior de éxito, autonomía y aprobación tribal, esta
situación puede manifestarse en los órganos pelvianos internos, los ovarios y
el útero. Nuestra cultura nos enseña que no podemos tener al mismo tiempo
satisfacción emocional y éxito económico, y que nuestras necesidades de ambas
cosas son mutuamente excluyentes; que, como mujeres, no podemos tenerlo todo.
Normalmente a las mujeres no se nos enseña a manejar los bienes económicos
porque el sistema patriarcal depende de que nosotras seamos dependientes.
Puesto que tener dinero y una buena posición social nos protege y hace que nos
sintamos seguras, se nos ha enseñado que para encontrar seguridad tenemos que
casarnos, y a los hombres se les ha enseñado que tienen que proporcionar dinero
y una buena posición social a las mujeres. El éxito, en el sistema adictivo,
nos permite dominar a los demás. Estas creencias y el comportamiento dominador
que resulta de ellas son el terreno propicio para los problemas pelvianos.
En lo que
respecta a la energía, el útero está relacionado con el sentido de identidad
más íntimo de la mujer y con su mundo interior. Simboliza sus sueños y los yoes
a los que le gustaría dar a luz. La salud del útero refleja la realidad
emocional interior de la mujer y su fe en sí misma en el grado más profundo.
La salud del útero está en peligro si la mujer no cree en sí misma o es
excesivamente autocrítica.
La energía
uterina es más lenta que la energía ovárica. El tiempo de gestación biológica
del feto es de nueve meses lunares, mientras que el tiempo de gestación
biológica de un óvulo es solamente de un mes lunar. Podemos imaginar el útero
como la tierra, ya sea simbólica o biológica, en la cual van a desarrollarse
con el tiempo las semillas creadoras de los ovarios.
La energía
ovárica es más dinámica y cambia más rápidamente que la del útero. En los años
reproductores, los ovarios sanos crean nuevas semillas cada mes de forma
dinámica. Cuando esta energía ovárica dinámica necesita que le prestemos
atención, los ovarios son capaces de cambiar con mucha rapidez. Un quiste
ovárico puede hacerse grande en cuestión de días en las circunstancias
adecuadas.
La salud de los
ovarios está directamente relacionada con la calidad de las relaciones de la
mujer con las personas y cosas que la rodean. Los ovarios están en peligro
cuando la mujer se siente controlada o criticada por otras personas, o cuando
ella controla o critica a los demás.”
Extracto del libro “Cuerpo de mujer, Sabiduría de
mujer” de Christiane Northrup.
Imagen: “Útero” por Emma
Plunkett.
4.2.14
Cuando nada de lo que hacemos es suficiente
La idea de que lo
hacemos nunca es suficiente ̶ esa
sensación de que por más que avancemos y avancemos, logremos y logremos, nunca
es suficiente ̶ tiene
una raíz profunda en nuestra propia mente y se nutre del rechazo a la propia esencia
femenina.
Extractos del libro “Ser mujer, un viaje heroico”
de Maureen Murdock (traducido del inglés):
“El apoyo y aprobación
por parte de un padre a una hija es lo que lleva al desarrollo positivo del ego
de la mujer. Cuando el padre está ausente en su rol, hiere profundamente el
sentido femenino de la hija. Reaccionado al padre negligente, esta mujer se
identifica con el ego masculino, tomando las funciones masculinas ella misma.
La armadura que
crea le permite desarrollarse profesionalmente pero a la vez la protege y la
distancia de su propio lado femenino, se aliena de su propia creatividad, de relaciones
saludables con hombres y de vivir espontáneamente y con vitalidad cada momento.
(…)
Estas mujeres tendrán
éxito profesional pero dificultades para confiar en lo emocional y en las
relaciones humanas. Su yo masculino no es un “hombre con corazón” sino un
tirano avaro que nunca suelta. Nada de lo que ella hace es suficiente, su
interior masculino le demanda mas y mejor, sin reconocer la necesidad de descansar,
de frenar, de sentirse satisfecha y amada.
Estas mujeres
aparentan éxito mientras se secan por dentro. Debido a un miedo innato a una
inferioridad femenina, las mujeres se vuelven adictas a la perfección, trabajan
de mas y hacen de mas, simplemente porque no son hombres. (…)
Vivimos en una cultura que no confía en los procesos y no
tolera la diversidad. Se espera que todos seamos perfectos y similares. Se supone
que alcancemos ciertos estándares de virtud, logros, inteligencia y atractivo físico;
si no lo logramos, se espera que trabajemos mas duro para ello. Muchas mujeres
se enorgullecen de saber cómo pensar como hombres y como competir con ellos, ganándoles
en su propio juego. Esas mujeres son heroicas pero se quedan siempre con la sensación
de que nada es suficiente. Continúan haciendo, a partir de la necesidad de ser
iguales a los hombres. (…)
Cuando el inconsciente masculino toma el poder, la mujer
siente que, no importa lo que haga, nada es suficiente. Nunca se siente
satisfecha cuando completa una tarea porque enseguida siente que debe continuar
con otra. Lo que sea que haga en el momento presente, no tiene importancia, le
urge pensar hacia adelante. Se siente vacía y responde desde un lugar de
carencia interna: “Tienes razón, debería estar haciendo algo mas, esto no es
suficiente”, se dice a sí misma.
Uno de los motivos por los que las mujeres sienten que nada
es suficiente es por la cantidad de demandas sobre su energía. El tiempo es
limitado y también hay limitaciones en la energía de una persona. Pero a la mayoría
de las mujeres no les gusta admitir que tienen límites y además les cuesta
decir que no. No les gusta defraudar a nadie, por ello asienten y aceptan sin
evaluar cómo afectará eso a sus propias vidas.
Las mujeres necesitan encontrar autonomía antes de alcanzar
su totalidad. La autonomía muchas veces incluye descartar viejas ideas respecto
al éxito. Las mujeres han sacrificado mucho de sus propias almas en pos del éxito.
Las recompensas de esa búsqueda externa pueden ser tentadoras pero en un
momento, la heroína despierta y le dice no a las demandas de su ego. Se han
vuelto muy caras.
La mujer que puede decir que no a su “supermujer” trabajadora
o ama de casa cuando se siente bien consigo misma como mujer, reconoce y acepta
sus limitaciones humanas. Esto puede implicar renunciar a un trabajo, dejar el
poder y el prestigio para sentir nuevamente. O puede decidir que no debe
tener la casa mas limpia del barrio y que sus hijos y marido pueden empezar a
ayudar.
Cuando una mujer tiene coraje de ser limitada y se da cuenta
que es suficiente así tal cual es, entonces descubre el verdadero tesoro de ser
una heroína. Esta mujer puede dejar su ego de lado y tocar las fuerzas mas
profundas de su propio ser. Puede decir “no soy todas las cosas… y soy
suficiente”.
Esta mujer se vuelve real, abierta, vulnerable y receptiva a
un verdadero despertar espiritual.”
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