Extractos del libro “Ser mujer, un viaje heroico”
de Maureen Murdock.
“El hombre con
corazón es fuerte pero a la vez cariñoso y cálido, no tiene miedo a la
intimidad, al amor o al enojo. Se queda junto a una y es paciente. A la vez
confronta, inicia y moviliza. Es estable y aplomado. Su estabilidad proviene de
su capacidad de seguir el flujo de la vida, es estar en el momento. Trabaja y
juega y disfruta ambas formas de expresión. Se siente en casa donde sea que
esté, en espacios cerrados o al aire libre. Es un hombre de la tierra, instintivo
y sexual. Es un hombre del espíritu, expansivo y creativo.”
“El regreso a casa de lo femenino se da cuando soltamos el machismo”. Este
mensaje críptico se refiere a las veces que las mujeres nos decimos a nosotras
mismas “puedo hacerlo, soy fuerte, puedo sola, no necesito ayuda, soy
autosuficiente. Son mensajes que surgen del hombre machista que llevamos dentro.
“Hay un momento
en la vida de toda mujer en la que se enfrenta con una elección particular
sobre el hecho de ser mujer. Puede ser un dilema de relaciones, trabajo,
maternidad, amistades, envejecer, nido vacío… Por un breve momento – mes o año –
le llega la oportunidad de estar en la situación, de evaluarla y analizar que
es aquello que la moviliza.
Consciente o
inconscientemente ha elegido el camino del guerrero masculino, puede continuar
estoicamente por ese camino sola, forzando su identidad y aprendiendo sobre el
poder de tomar el mundo, o puede internalizar las capacidades aprendidas en
este camino e integrarlas a la sabiduría de su naturaleza femenina.
No hay duda de
que cada mujer necesita de lo masculino. Pero la mujer necesita crear una relación
positiva con su masculino interno, con su propio Hombre con Corazón. Él la va a
ayudar con compasión y fortaleza para sanar su ego cansado y reclamar su sabiduría
femenina de las profundidades.
Para que este
Hombre con Corazón aparezca, la mujer debe honrar su naturaleza femenina.”