17.12.13

Sanar significa dejar atrás las heridas


"Deja de mirar atrás."

"No podemos crearnos un mundo nuevo mientras el sistema adictivo viva dentro de nosotras. Si no nos fijamos en cómo colaboramos diariamente con el sistema que nos está destruyendo, estamos en peligro de actuar según la modalidad de la víctima perpetua, siempre culpando a los demás de nuestros problemas. Más o menos como la mujer maltratada que finalmente se marcha porque un día comprende que si se queda se va a morir, cada una de nosotras debe reconocer cuándo y dónde estamos colaborando con nuestra propia opresión.

A muchas mujeres nos han hecho perder el conocimiento las contradictorias exigencias de nuestra cultura. Y muchas de nosotras estamos despertando del desmayo. Casi siempre se estimula la sanación de trastornos como el dolor pelviano, el síndrome premenstrual y el síndrome de la fatiga crónica, causados por cuidar de demasiadas personas, cuando comprendemos que no estamos solas en nuestro sufrimiento y que nuestros problemas se dan en un contexto cultural que no suele apoyarnos. Recuperar la salud y aprender a crearnos una buena salud cotidianamente supone llamar a nuestras experiencias por su nombre, por doloroso que sea, y luego comprender que el motor de nuestra vida se encuentra dentro de nosotras, independientemente de nuestro pasado.

Si bien es extraordinariamente útil tener un médico o profesional de la salud que reconozca la conexión mente-cuerpo, es aún más importante que comprendamos que nuestro cuerpo y sus síntomas forman parte de nuestra guía interior. Podemos liberarnos de nuestra excesiva dependencia del sistema médico viendo de qué maneras nuestras creencias y nuestro comportamiento perpetúan las partes de este sistema que no nos ayudan a crear salud. Si continuamos pensando que nuestras enfermedades y nuestros síntomas, como la endometriosis, los miofibromas y el síndrome premenstrual, son problemas «simplemente médicos» y no están relacionados con otras partes de nuestra vida, participamos en el sistema adictivo de la asistencia médica y de ese modo lo perpetuamos.

Por otra parte, cuando aprendemos a sintonizar con el lenguaje de nuestro cuerpo, somos más capa-ces de tomar decisiones informadas respecto a los exámenes médicos y las técnicas de la medicina, lo cual puede llevar a relaciones más satisfactorias con las personas que nos atienden en materia de salud. Hemos de comenzar a confiar en nosotras mismas y en nuestras experiencias tanto como confiamos en los informes de laboratorio.”

 Extracto del libro “Cuerpo de mujer, Sabiduría de mujer” de Christiane Northrup.