"Deja de mirar atrás." |
"No podemos crearnos un mundo nuevo mientras el sistema
adictivo viva dentro de nosotras. Si no nos fijamos en cómo colaboramos
diariamente con el sistema que nos está destruyendo, estamos en peligro de
actuar según la modalidad de la víctima perpetua, siempre culpando a los demás
de nuestros problemas. Más o menos como la mujer maltratada que finalmente se
marcha porque un día comprende que si se queda se va a morir, cada una de
nosotras debe reconocer cuándo y dónde estamos colaborando con nuestra propia
opresión.
A muchas mujeres nos han hecho perder el conocimiento las
contradictorias exigencias de nuestra cultura. Y muchas de nosotras estamos
despertando del desmayo. Casi siempre se estimula la sanación de trastornos
como el dolor pelviano, el síndrome premenstrual y el síndrome de la fatiga
crónica, causados por cuidar de demasiadas personas, cuando comprendemos que no
estamos solas en nuestro sufrimiento y que nuestros problemas se dan en un
contexto cultural que no suele apoyarnos. Recuperar la salud y aprender a
crearnos una buena salud cotidianamente supone llamar a nuestras experiencias
por su nombre, por doloroso que sea, y luego comprender que el motor de nuestra
vida se encuentra dentro de nosotras, independientemente de nuestro pasado.
Si bien es extraordinariamente útil tener un médico o
profesional de la salud que reconozca la conexión mente-cuerpo, es aún más
importante que comprendamos que nuestro cuerpo y sus síntomas forman parte de
nuestra guía interior. Podemos liberarnos de nuestra excesiva dependencia del
sistema médico viendo de qué maneras nuestras creencias y nuestro
comportamiento perpetúan las partes de este sistema que no nos ayudan a crear
salud. Si continuamos pensando que nuestras enfermedades y nuestros síntomas,
como la endometriosis, los miofibromas y el síndrome premenstrual, son problemas
«simplemente médicos» y no están relacionados con otras partes de nuestra vida,
participamos en el sistema adictivo de la asistencia médica y de ese modo lo
perpetuamos.
Por otra parte, cuando aprendemos a sintonizar con el
lenguaje de nuestro cuerpo, somos más capa-ces de tomar decisiones informadas
respecto a los exámenes médicos y las técnicas de la medicina, lo cual puede
llevar a relaciones más satisfactorias con las personas que nos atienden en
materia de salud. Hemos de comenzar a confiar en nosotras mismas y en nuestras
experiencias tanto como confiamos en los informes de laboratorio.”
Extracto del libro “Cuerpo
de mujer, Sabiduría de mujer” de Christiane Northrup.