Para muchas de
nosotras cada vez es mas evidente que el 2013 es un año en el que debemos
concentrarnos en elevar nuestra vibración energética y abrirnos a dar.
Somos las mujeres
las responsables de ayudar al planeta a terminar de activar las energías
femeninas que son las que permitirán el cambio de consciencia global. Por qué
las mujeres? Simplemente porque para la mayoría de los hombres es mas difícil.
Aunque hay
hombres que están despertando, la identificación que tiene los hombres con la
mente y el poder, digamos el lado masculino, la polaridad yang de la energía, es
aún muy fuerte. Y aunque muchas mujeres también están fuertemente polarizadas
hacia lo yang, dadas las exigencias socio-culturales actuales, es mas fácil
para nosotras abrir nuestro lado yin, la esencia femenina de nuestros seres y
adaptarnos a estos nuevos tiempos cambiantes y demandantes de sensibilidad.
13 es el número
femenino. 13 lunas en un año. La luna sinónimo de energía yin – femenina. 13
como tabú en muchas culturas occidentales, sinónimo de brujería y oscurantismo
es en realidad la energía femenina de transformación – trasmutación.
Por eso creo que
2013 es un año en el que desarrollo de lo femenino es primordial. Lo femenino
desde lo interno del ser, y eso implica desarrollar la intuición, los dones de sanación,
de percepción y de circulación energética que poseemos por naturaleza.
Debemos trabajar
para encontrar nuestra esencia en nuestro interior, la que sea propia de cada
una. Trabajar por estabilizarla, porque a veces inicialmente suele ser
explosiva e impulsiva y luego deficiente. Al principio nos cuesta la armonía interna
pero se logra con aceptación sobre la totalidad del ser que somos. Luego debemos
aprender a expresarla, a utilizarla con nosotras mismas. El don que nos da el
universo no es para ver, es para usar! Y por último tenemos que aprender a
darlo, a usarlo en otros, a que se convierta en una herramienta de ayuda para
la elevación de la conciencia no solo propia sino de otros seres.
Todo este trabajo
no podemos hacerlo solas, porque es duro y lleno de incertidumbre y no tenemos
ni idea de qué es lo que tenemos que hacer exactamente. Para ello el universo
nos ha dicho ya muchas veces que nos unamos y que trabajemos en círculo, para
que la energía femenina circule. Ya hace unos años el trabajo de energía femenina
en círculos se viene dando lentamente pero creo que ahora fuertemente muchas
mujeres tenemos esta idea en el corazón y nos impulsamos mutuamente a unirnos
en círculo para ayudarnos, apoyarnos, darnos contención, enseñarnos y compartir
caminos que son similares y cercanos, aunque parezcan tan diversos.
Están todas invitadas
a trabajar en círculo con nosotras y a descubrirse a si mismas. El círculo es
abierto, inclusivo y a la vez contenedor y a través de él, intentamos aprender
a dar lo que esencialmente somos: mujeres!