Yo soy la que vigila el sueño de los niños cuando duermen.
La que hace de su
vientre un hogar seguro.
La que sostiene
el mundo entre sus manos, alimenta con su propio cuerpo, inventa canciones y
aunque desentone, sigue cantando para ahuyentar el miedo y crear sueños
Soy a la que
lapidaron, torturaron, mutilaron y quemaron en vida. En diferentes fases del
tiempo, en distintas culturas y religiones bajo el nombre de vete tú a saber
quién que se creía superior, al que yo molestaba, ofendía o asustaba. Soy la
mujer que hoy en día siguen asesinando una vez tras otra sin motivo.
Yo soy tú, Mujer,
fuí la de hace 100 años atrás, y la del siglo 18, a la que mataron por haberse enamorado de otro hombre, o por
no haber hecho la comida….
Esto no es un
juego…todo lo que lucharon nuestras antepasadas y no tan pasadas nos permite
estar hoy como estamos, mucho más libres exteriormente.
Pero ahora es
nuestra la tarea de ser libres interiormente. Hoy volvemos a estar aquí, con
otro nombre, otro entorno, otro cuerpo…valórate y haz que te valoren los demás,
con Amor.
Ya es hora de
sentirnos seguras con nosotras mismas, de amarnos absolutamente en todo
momento, de hacernos respetar en nuestros ciclos, por la calle y en la cama, de
sentirnos libres de palabra, de hacer y de decidir, es hora de eliminar las
medicinas que nos sostienen el ánimo una vez al mes, tu no estás enferma, eres
cíclica.
Conéctate con la
Tierra, ella le lo contará todo.
Nos lo debemos a
nosotras mismas, a nuestras antepasadas y a las que llegarán. Por todas las
mujeres que llevamos dentro y por las veces que nos han asesinado.
Ámate,
escucha-te, danza, conéctate, no delegues la responsabilidad de sentirte bien o
mal a los demás, haz lo que te apetezca, pero sobretodo, mujer salvaje, ahora
no te estanques.
Tomado de “No somos una
mujer con mil caras, somos mil mujeres detrás de un mismo rostro”