7.5.14

Las mujeres y el ser humano completo: una ventaja de su sexo


“Es posible ser una persona completa cuando las cualidades humanas, generalmente consideradas en la actualidad masculinas y femeninas, se ven como parte del espectro de todo ser humano. En el mundo masculino, el desarrollo intelectual (el pensamiento racional, la información basada en datos, la objetividad, el ámbito de la mente) se estimula y recompensa; el desarrollo emocional (el sentimiento, la intuición, la valoración estética, la subjetividad, el ámbito del corazón), generalmente no. Cuando se concede importancia a ambos, se desarrollan ambos lados de la personalidad, y se utilizan ambos hemisferios del cerebro.

Desde que se inició el movimiento feminista, las niñas, sobre todo, han recibido el apoyo social con el que desarrollar ambas partes de sí mismas, y han gozado de mayor libertad para hacerlo que los niños. Como consecuencia, es más posible que las mujeres, genéricamente, sean personas completas en este sentido. La educación universal desarrolla el lado racional del cerebro tanto en las niñas como en los niños, pero las circunstancias sociales determinan si la inteligencia emotiva o la empatía se desarrollarán también. (…)

Nuestra naturaleza y el modo en que se la nutre determinan en buena medida las personas que llegamos a ser, pero, en este mundo en el que vivimos, cuando alcanzamos a ser personas adultas se han establecido ya unas diferencias en función del sexo: cuanto más igualitaria es nuestra cultura, menos son las diferencias; y son más cuanto más autoritaria y patriarcal es. Los países (y las familias) donde el poder está en manos de fundamentalistas oprimen a las mujeres y a los hombres homosexuales. Allá donde la virilidad es sinónimo de poder y control, el hombre teme las cualidades femeninas y las reprime en su persona.

Esto convierte a las mujeres en esa mitad de la humanidad más inclinada a responder a la belleza, a los niños y niñas de corta edad y a las crías de los animales. Nosotras somos las que podemos ser emotivas. Nosotras somos las que damos a luz y sabemos el esfuerzo que supone criar a esa niña o a ese niño y ayudarle a convertirse en una persona adulta. Nosotras somos el sexo que siente empatía, y por tanto esa mitad de la humanidad que probablemente oye con más claridad los lamentos del mundo, de la Madre Naturaleza, de Gaia.

El mensaje de la Madre es urgente. La mitad de la humanidad que dicta el orden de prioridades del mundo está dirigida por hombres adictos al poder y a mantener su dominio. El problema es que ahora hay armas de destrucción masiva capaces de causar más sufrimiento en menos tiempo de lo que jamás se hubiera podido siquiera imaginar. Y si las religiones patriarcales continúan ejerciendo control sobre las mujeres, pronto habrá en el mundo más gente de la que la Tierra puede sustentar.

Nuestro hermoso planeta azul y blanco, este jardín que es una isla en el espacio, nuestra Madre la
Tierra, necesita nuestra ayuda. Es hora de reunir a las mujeres para salvar el mundo.”


Del libro “Mensaje urgente a las mujeres” de Jean Shinoda Bolen.
Imagen: “Amor incondicional” por Jennifer Hoffman.