28.5.14

Reina del Agua



Carta del Tarot de Osho Zen



“La receptividad representa lo femenino. Es la cualidad receptiva del agua y de las emociones. Los brazos de la Reina del Agua se extienden hacia arriba para recibir y ella está totalmente sumergida en el agua. No tiene cabeza, no tiene una mente ocupada y agresiva que oculte su receptividad pura y, a medida que se llena, está vaciándose continuamente, desbordándose y recibiendo cada vez mas.

El modelo o matriz de loto que emerge de ella representa la armonía perfecta del universo, que se  vuelve evidente cuando sintonizamos al unísono con ella.

La Reina del Agua trae un tiempo de desapego y gratitud por lo que la vida nos trae, sin expectativas o demandas. No importa el deber ni un pensamiento de mérito o recompensa. La sensibilidad, la intuición y la compasión son las cualidades que brillan ahora, disolviendo todos los obstáculos que nos mantienen separados a unos de otros y del todo.”


15.5.14

Somos capullos por florecer

 

Las crisis, los problemas, las dificultades son invitaciones del Alma a una transformación más profunda…oportunidades para hacer brotar el potencial dormido que llevamos dentro…demos las gracias porque en la semilla del problema yacen las flores de la solución…

La Naturaleza, la Vida misma, nos dice: “Es tiempo de florecer…”

Vivir cada día



Hoy vivo hoy.
Mañana viviré mañana.

Vivir cada día es vivir un día a la vez, una hora a la vez, un paso a la vez.
Vivir cada día es no dejar que este día se te escape, esta hora, este preciso momento.

Pensamientos.
Ideas.
Proyecciones.
Expectativas.
Planes.
Son los culpables del no vivir hoy.
¿Qué voy a hacer mañana? ¿Qué no voy a hacer mañana?

Más vale preguntarse qué estoy haciendo ahora
Eres consciente de lo que estás haciendo en este momento? Cuánto? Cuánto estás haciendo? Cuánto eres consciente?

Mientras escribo: escribo, pienso, escucho la radio, tomo mate, pienso en otra cosa, proyecto, me cuelgo en una idea mental, me voy. Estoy haciendo muchas cosas en este momento y de repente ya no estoy mas aquí. Estoy en mañana.

Cuenta lo que estás haciendo ahora. Es un ejercicio sin ningún resultado. Mientras lees, qué haces? Estás ahora?

7.5.14

Las mujeres y el ser humano completo: una ventaja de su sexo


“Es posible ser una persona completa cuando las cualidades humanas, generalmente consideradas en la actualidad masculinas y femeninas, se ven como parte del espectro de todo ser humano. En el mundo masculino, el desarrollo intelectual (el pensamiento racional, la información basada en datos, la objetividad, el ámbito de la mente) se estimula y recompensa; el desarrollo emocional (el sentimiento, la intuición, la valoración estética, la subjetividad, el ámbito del corazón), generalmente no. Cuando se concede importancia a ambos, se desarrollan ambos lados de la personalidad, y se utilizan ambos hemisferios del cerebro.

Desde que se inició el movimiento feminista, las niñas, sobre todo, han recibido el apoyo social con el que desarrollar ambas partes de sí mismas, y han gozado de mayor libertad para hacerlo que los niños. Como consecuencia, es más posible que las mujeres, genéricamente, sean personas completas en este sentido. La educación universal desarrolla el lado racional del cerebro tanto en las niñas como en los niños, pero las circunstancias sociales determinan si la inteligencia emotiva o la empatía se desarrollarán también. (…)

Nuestra naturaleza y el modo en que se la nutre determinan en buena medida las personas que llegamos a ser, pero, en este mundo en el que vivimos, cuando alcanzamos a ser personas adultas se han establecido ya unas diferencias en función del sexo: cuanto más igualitaria es nuestra cultura, menos son las diferencias; y son más cuanto más autoritaria y patriarcal es. Los países (y las familias) donde el poder está en manos de fundamentalistas oprimen a las mujeres y a los hombres homosexuales. Allá donde la virilidad es sinónimo de poder y control, el hombre teme las cualidades femeninas y las reprime en su persona.

Esto convierte a las mujeres en esa mitad de la humanidad más inclinada a responder a la belleza, a los niños y niñas de corta edad y a las crías de los animales. Nosotras somos las que podemos ser emotivas. Nosotras somos las que damos a luz y sabemos el esfuerzo que supone criar a esa niña o a ese niño y ayudarle a convertirse en una persona adulta. Nosotras somos el sexo que siente empatía, y por tanto esa mitad de la humanidad que probablemente oye con más claridad los lamentos del mundo, de la Madre Naturaleza, de Gaia.

El mensaje de la Madre es urgente. La mitad de la humanidad que dicta el orden de prioridades del mundo está dirigida por hombres adictos al poder y a mantener su dominio. El problema es que ahora hay armas de destrucción masiva capaces de causar más sufrimiento en menos tiempo de lo que jamás se hubiera podido siquiera imaginar. Y si las religiones patriarcales continúan ejerciendo control sobre las mujeres, pronto habrá en el mundo más gente de la que la Tierra puede sustentar.

Nuestro hermoso planeta azul y blanco, este jardín que es una isla en el espacio, nuestra Madre la
Tierra, necesita nuestra ayuda. Es hora de reunir a las mujeres para salvar el mundo.”


Del libro “Mensaje urgente a las mujeres” de Jean Shinoda Bolen.
Imagen: “Amor incondicional” por Jennifer Hoffman.


El poder de Madre que poseen las mujeres unidas




“El poder latente de las mujeres unidas es el recurso aún no explotado que la humanidad y el planeta necesitan. Sólo cuando las madres sean fuertes de espíritu, de mente y de cuerpo, habrá posibilidad de que los niños y niñas sean queridos y estén alimentados y a salvo. Sería posible entonces que, al cabo de varias generaciones, las relaciones entre hombres y mujeres experimentaran un cambio evolutivo en beneficio de todos.

El ejercer nuestros derechos, o exigir aquellos que no se nos han concedido, a fin de cuidar del hogar que es nuestro planeta, de la familia y de quienes comparten la Tierra con nosotros es tarea de la mujer, y se lleva a cabo mejor cuando se hace en compañía.”


Del libro “Mensaje urgente a las mujeres” de Jean Shinoda Bolen.