26.3.13

Meditación con las tres fuerzas vitales femeninas

Según los textos de alquimia taoísta femenina, las energías vitales de la mujer son tres: su sangre, su chi y la  esencia de su útero a partir de la cual puede surgir un nuevo ser. Las tres energías se simbolizan con sus respectivos colores: el violeta para la sangre, el amarillo para el chi y el blanco para el útero, y se ubican en tres puntos específicos del cuerpo: la violeta en el punto entre los pechos (cuarto chakra - VC17), el amarillo en el dantien inferior (segundo chakra - 4 dedos debajo del ombligo) y la blanca obviamente en el útero.

Esta descripción es también conocida como la teoría de las Tres Doncella Simples, las princesas de la energía femenina. Se dice que cuidando de estas tres doncellas, las mujeres logran la salud y la longevidad.

Una forma muy simple de trabajar con estas tres energías a diario es realizar la siguiente meditación:

Siéntate en un lugar tranquilo, con tu espalda recta, y primero observa unos minutos tu respiración hasta que veas que se calma junto con tu mente. Para ello puedes comenzar esta meditación con un mantra que conozcas, un mudra al que estés habituada o simplemente concentrándote en seguir la respiración, el aire que entra y sale de tu cuerpo.

Luego de unos minutos, siente tu coronilla, el punto mas alto de tu cabeza que está conectado con el cielo. Imagina que ingresa por allí un rayo de luz blanca que baja por tu cuerpo y se instala como una esfera de luz en tu útero. Luego visualiza un rayo de luz amarilla o dorada, que ingresa por la coronilla y baja por tu cuerpo y se instala como una esfera de luz en tu dantien – segundo chakra. Por último, imaginas el rayo de luz violeta que se instala como una esfera de luz en el centro de tu pecho – cuarto chakra.

Puedes quedarte unos minutos con estas tres esferas de energía en tu cuerpo. Puedes concentrarte mas en alguna de ellas o solamente estar allí, respirando esta energía.

Luego de unos minutos intenta que la luz que irradian las tres esferas vaya creciendo hasta llenar todo tu cuerpo con estos tres colores. Para ello puedes ayudarte con la exhalación: cada vez que exhalas expandes la energía en tu interior.

La energía es ilimitada, puedes seguir viendo los tres rayos de luz que entran por tu coronilla y te nutren de la energía femenina constantemente. Con lo cual la energía impregna inevitablemente todo tu cuerpo a medida que visualizas la luz de las tres esferas iluminándote desde tu interior.

La imagen final que puedes llegar a lograr es que te veas desde tu interior, recibiendo los tres rayos de luz violeta – amarillo – blanco en tu coronilla, veas las tres esferas de energía en tu cuerpo y te veas iluminada – por dentro y fuera – por las tres tonalidades de luz.


Si has alcanzado esa imagen puedes quedarte unos minutos así. Si no lo logras la primera vez, es normal si no estás habituada a meditar y a visualizar. Lleva práctica lograr concentrarse y poner la intención de la mente a nuestro favor. Practica a diario y los resultados irán mejorando.

Para terminar la meditación puedes utilizar algún sello energético que ya conozcas (de reiki, yoga, etc.) y si no conoces ninguno lo que debes hacer es pensar y tener la intención de que la energía trabajada quede en ti. Puedes decir una frase como “esta energía queda en mi” y luego a medida que la visualización se disuelve seguir atenta a la respiración unos momentos y desarmar la postura suavemente. Es importante no “salir corriendo” luego de una práctica energética sino con atención y cuidado sobre la propia energía que acaba de ponerse en acción.

Esta meditación se puede realizar a diario y lleva solo unos minutos. Espero que la disfruten!


Bibliografía sobre este tema: “Taoísmo y alquimia femenina” de Catherine Despeux.


21.3.13

Próxima reunión de Mariposas

La próxima reunión de Mariposas será el viernes 12 de abril, de 19.30 a 21.30 hs., en barrio Chateau Carreras.

Esta abierto el círculo para la propuesta de temas a tratar y prácticas posibles a realizar. Les pido me escriban a mthesz@gmail.com para coordinar las actividades entre todas.

También, estamos abiertas a la incorporación de toda mujer que desee participar en el círculo.

Gracias!
Marcela

Ausencia de ciclos energéticos y palabras finales sobre el tema

Los ciclos energéticos y los anticonceptivos

Los anticonceptivos hormonales anulan la producción y desprendimiento de óvulos e induce una menstruación ficticia (para mas información sobre el mecanismo de acción de los anticonceptivos ver aquí).

Qué efecto trae esto sobre el ciclo de menstruación – ovulación? No puedo decir que lo anula por completo puesto que las mujeres que toman anticonceptivos siguen teniendo energía y muchas veces no tienen ningún problema.

Mi suposición es que el cuerpo comienza a funcionar en base a la memoria de si mismo. Es decir, que genera los ciclos energéticos en función de lo que recuerda. Y por otro lado, trata de armonizar estos ciclos históricos con los ciclos ficticios que genera en ese momento de manera intencional a través de los anticonceptivos. Esto le conlleva al cuerpo un gasto de energía mayor al habitual.

No es una cuestión de estar a favor o en contra sino comprender que al evaluar la posibilidad de comenzar a tomar anticonceptivos me parece interesante considerar el efecto de los mismos sobre los ciclos energéticos femeninos. Es un factor mas a considerar.

Los ciclos energéticos y la menopausia

Al llegar a la menopausia, el ciclo de menstruación – ovulación desaparece de manera física. Pero nuevamente no creo que desaparezca el ciclo energético. Creo que el cuerpo, después de más de 35 años de funcionar de una manera, sin necesidad de las hormonas, puede seguir funcionando y trasmutando la energía etapa a etapa sin mayores problemas.

A medida que avanzan los años los ciclos se van extinguiendo, pero no solo los ciclos femeninos, sino todos los ciclos y toda la energía se desgasta y así llegamos a viejos y a morirnos, eso es parte del proceso natural.

La diferencia radica en haber pasado esos 35 años de menstruaciones observado, conociendo, aceptando y fluyendo con los ciclos o en completa resistencia a los mismos o con total ignorancia. Será cuestión de no desaprovechar esta oportunidad que ahora se nos presenta de adentrarnos en nosotras mismas.

Palabras finales

Vuelvo a hacer hincapié en que nuestros ciclos energéticos no son limitantes, sino que todo lo contrario, son una ayuda constante que nos permite retornar al equilibrio.

No debemos ver a las etapas yang como positivas y a las etapas yin como negativas. Cada una de ella tiene sus pros y contras. En las etapas yang si nos sentimos mas abiertas y mas relajadas, pero también demasiado expuestas y activas, con riesgo de “pasarnos de vuelta”. En las etapas yin nos encontramos mas introspectivas y rígidas pero a su vez, mucho mas intuitivas y con una creatividad pulsante desde el interior.

Comprender y observar los ciclos nos permite adaptarnos mas fácilmente a los cambios constantes que surgen en la vida al entender que la energía se mueve, trasmuta, fluctúa constantemente y esa es la forma real en la que todo se da en el universo.

Gracias por compartir y estar en este círculo de energía!

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El documento con el tema completo sobre los ciclos energéticos femeninos se encuentra en este archivo, disponible para imprimir  y mandar por mail a todas las mujeres con quien lo desees compartir.

Todos los artículos online sobre este tema están también aquí.

19.3.13

El tercer y último ciclo de energía femenina: el ciclo de energía de los ovarios



Este es un ciclo mayor al de menstruación – ovulación que surge de la energía de los ovarios.
En cada ciclo de menstruación – ovulación, es un solo ovario generalmente el que produce y suelta el óvulo. Al mes siguiente, es el otro ovario el que realiza este proceso. De esta manera consideramos al ciclo energético de los ovarios como un ciclo que engloba dos ciclos de menstruación – ovulación, siendo el ovario derecho el de cualidad yang y el ovario izquierdo el de cualidad yin.

Aunque un mes ovulemos de los dos ovarios, siempre la energía de uno es preponderante sobre el otro.

Muchas mujeres son conscientes del momento de la ovulación, otras muchas, no. Aprender cómo se manifiesta la ovulación a nivel físico es de utilidad para todo este trabajo de auto-observación.

En el momento de la ovulación aumentan y cambian las secreciones vaginales, sentimos mayor deseo sexual, podemos sentir un poco de calor (este es un síntoma muy sutil), dolor en los pechos y, en algunos casos, sentimos un dolor leve a moderado en la zona baja lateral del abdomen, cerca de la cresta iliaca. Este pequeño dolor es de gran utilidad, es el producto del rompimiento del folículo en el ovario al liberar al óvulo hacia la trompa de falopio. Si tenemos este dolor mes a mes y registramos de que lado sucede, sabremos de que ovario estamos ovulando.

Cuando ovulamos del ovario derecho entramos en la etapa yin del ciclo, eso significa que todo el siguiente ciclo hasta la siguiente ovulación será de cualidades mas yin. Cuando ovulamos del ovario izquierdo entramos en la etapa yang del ciclo.

Mes a mes podemos observar que los ciclos de menstruación – ovulación son diferentes entre si, los de cualidades yin pueden ser mas breves (uno o dos días) y los de cualidades yang se pueden alargar. Los yin pueden ser mas introspectivos y rígidos, los yang mas livianos y expresivos. De la misma manera que nos hemos referido a los demás ciclos, el ciclo de energía de los ovarios se da transmutando la energía de yin a yang y viceversa.



Deferencias en el ciclo

De mas está decir a esta altura que cada mujer tiene su propio ciclo de energía de los ovarios y que es trabajo propio descubrir de qué ovario estamos ovulando cada vez. Aunque las cualidades generales que presente ciclo menstruación – ovulación también nos dan pistas para saber en que etapa nos encontramos.
La auto-observación llevará tiempo, tal vez varios meses hasta poder tener una noción mas o menos completa de los ciclos. Tampoco es necesario tener total registro de todos los detalles, tal vez sea mas útil confiar en lo que sentimos desde nuestros instintos y simplemente fluir con eso.

Como ejemplo, este gráfico completo de los tres ciclos es la representación de mis propios ciclos en el que se puede observar que luego de la ovulación derecha, cuando comienza la etapa yin, los ciclos son levemente mas cortos y se alargan nuevamente luego de la ovulación izquierda, cuando comienza la etapa yang.



En la próxima entrega de esta “saga” hablaremos de la ausencia de ciclos dada por los anticonceptivos y la menopausia.


15.3.13

El segundo ciclo de energía femenina: dos ciclos menores

Este artículo es continuación de este…

Como vislumbramos en el artículo anterior, hay dos ciclos menores que contemplar dentro del ciclo de menstruación – ovulación. 



Desde de día 1 de la menstruación al día de la ovulación, pasan arquetípicamente, 14 días de cualidad yin. En ese período menor también se da una trasmutación energética. Los primeros 7 días, los días en los que menstruamos, son yin y los 7 días restantes, hasta que ovulamos, son yang.

Desde el día 15 hasta el 28, pasan 14 días de cualidad yang. Los primeros 7 días son yin, aquellos días en los que el óvulo vive en el útero, y los últimos 7 días del ciclo son yang, días en los cuales el útero se prepara para soltar los restos de un ciclo no fecundado.

La comprensión a este nivel suele ser confusa ya que tantos yin y yangs se empiezan a mezclar. Lo importante a tener en cuenta es que luego del final de la menstruación hay un cambio energético, con lo cual podemos sentir diferencias en nuestras emociones, en nuestro cuerpo y en los pensamientos, que durante la menstruación eran de cualidad yin y hacia la ovulación son de cualidad yang. 

Lo mismo vuelve a suceder al finalizar la fase lútea del ciclo hormonal (proceso hormonal que mantiene el útero en condiciones para la fecundación). El óvulo, al no ser fecundado, muere y el útero se prepara para menstruar, esto sucede alrededor de 7 días luego de la ovulación. Durante la fase lútea la energía de este período es de cualidad yin y posteriormente trasmuta a yang.

Nuestro cuerpo no nos da referencias tan concretas en este caso, como lo es la menstruación o la ovulación, para darnos cuenta del momento en el que sucede la trasmutación energética. Este nivel de energía es mas sutil que el del ciclo de menstruación – ovulación por lo que requerirá una observación más fina de nuestra parte.

Estos ciclos menores también funcionan como ciclos de adaptación al ciclo mayor, una adaptación física, emocional y mental al cambio que sugiere menstruar u ovular. Esto es una pauta que puede sernos útil la hora de observar y reconocer los propios ciclos y etapas que estemos transitando. Cuando nos encontramos en fases yin, hay mayor rigidez, por ende menos adaptación. En las etapas yang nos es mas fácil acomodaros a lo que está sucediendo. Entonces vendría bien preguntarnos en cada momento qué nivel de resistencia estamos teniendo.

Diferencias en estos ciclos menores

Evidentemente también en este caso, cada mujer debe aprender a reconocer sus ciclos. Para cada mujer la duración de su menstruación es propia, lo mismo que la duración de la fase lútea y los días de pre-menstruación. De esta manera, al igual que en el caso del ciclo de menstruación – ovulación, los gráficos muestran ciclos arquetípicos y puede haber tantas variaciones de los mismos como mujeres en el mundo.


Click sobre la imagen para agrandar.


En el próximo artículo, el tercer y último ciclo de energía femenina: el ciclo de energía de los ovarios.


12.3.13

El ciclo femenino de menstruación - ovulación


Este artículo es continuación de este…


Menstruación y ovulación son los opuestos complementarios de este ciclo femenino.

El ciclo comienza en el día 1 de la menstruación en el momento que la energía yang trasmuta a yin, con los cual, los siguientes días serán de cualidades yin.  Serán momentos de descanso, reflexión e introspección mientras le damos tiempo al cuerpo y generamos energía para la siguiente transformación.

Los últimos días de esta etapa ya podemos sentir una diferencia, sentimos mayor comodidad con la energía yin que se hace cada vez mas presente y fuerte en nuestro cuerpo. Aunque la naturaleza yin es descendente y oscura, eso no signifique que carezca de potencial o de fuerza. Aprovechar el máximo yin como elemento característico femenino es lo mejor que podemos hacer. Serán días de transformación, sanación y magia interna.

El momento de la ovulación es el punto opuesto al primer día de la menstruación. Es el momento en el que el yin se transforma en yang y a partir de entonces, nuestra energía será de cualidades yang. Sentiremos mayor vitalidad, ganas de hacer cosas y una tendencia  hacia lo exterior. Es el momento de mayor deseo sexual y calor en el cuerpo.

Cuanto mas nos abrimos a este cambio, mejor nos preparamos y fluimos hacia la siguiente transformación. Los últimos días de esta etapa deberían ser los de mayor extroversión, creatividad y expresión de ciclo. Aprovechar el máximo yang nos lleva en ese sentido. Cuando intentamos ir en contra de esta tendencia, es cuando los momentos previos a la menstruación se tornan dolorosos e irritables.
Finalmente llegamos de nuevo a la menstruación y a la siguiente transformación hacia el yin.


  
Diferencias en el ciclo 
La imagen anterior presupone un ciclo de 28 días donde la ovulación se da en el día 14. Esto es infrecuente en la mayoría de los casos. Las mujeres somos todas diferentes y transitamos ciclos diferentes que dependen de las circunstancias propias, las resistencias y facilidades que cada una posee.

De esta manera, los ciclos se pueden dar de una diversidad de formas:


 Es tarea de cada una observarse y comprender como es el propio ciclo. A partir de allí, aprender sobre cada etapa y dejarse llevar por la energía preponderante, sin seguir el gráfico perfecto, sino el propio ritmo e ir en armonía con el mismo.

En el próximo artículo analizaremos el segundo ciclo de energía femenina: los ciclos menores…




6.3.13

Primer encuentro de Mariposas

Viernes 15 de Marzo, 19.30 a 21.30 hs., barrio Chateau Carreras.

Temática a tratar: Los ciclos energéticos femeninos.
Actividades a realizar:
» Meditación.
» Chi Kung para comprender los ciclos.
» Charla teórica sobre la temática.
» Círculo de escucha.

Organización a cargo de Marcela Thesz de Tai Chi del Parque.
Se ruega confirmar asistencia a mthesz@gmail.com – Imprescindible para la organización de la reunión.

Los ciclos energéticos femeninos

Todo en el universo es un equilibrio complementario de yin y yang. Yin representando lo pasivo, yang lo activo; yin lo oscuro, yang lo luminoso; yin lo descendente, yang lo ascendente. Uno no es mejor que el otro, se necesitan mutuamente para existir y lo hacen en armonía.

Los sucesos, los procesos de la vida, las cosas que nos pasan, se dan de esta misma manera, en el contexto de un movimiento energético que sucede de yin a yang y viceversa (para más info, leer aquí…).

Los ciclos energéticos femeninos respetan la misma norma. Reconocerlos en nuestro propio cuerpo ayuda a respetarlos y armonizarnos con ellos. Observar en que etapa del ciclo estamos nos ayuda a comprender las sensaciones, emociones, estado físico y energético por el que podemos estar pasando y fluir con ellas.

A partir de ahora sabremos que al estar en una etapa yin la energía desciende, puede ser que tengamos sensaciones de cansancio, emociones con tendencia introspectiva, pensamientos un tanto obsesivos, pesadez y tal vez algún dolor.

La etapa yang de cada ciclo, por el contrario, nos dará energía de sobra, exaltación, pensamientos creativos, falta de concentración, liviandad y mucho impulso o impulsividad.

Cualquiera de estos estados en exceso implica un desequilibrio. Pero mas allá de lo desequilibrado o no que puede venir el ciclo, lo mas importante es cómo nos armonizamos con él. Debemos aprender a respetar nuestro cuerpo y lo que sentimos a través del él. Si sentimos cansancio deberíamos bajar el ritmo y descansar. Si sentimos necesidad de soledad, deberíamos estar unos momentos a solas. Si sentimos energía de sobra, deberíamos aprovecharla para llevar a cabo lo que vamos dejando pendiente.

No debemos creer que los ciclos femeninos nos limitan, sino todo lo contrario, los ciclos femeninos nos dan la pauta sobre las acciones que podemos llevar a cabo cada momento, son una ayuda muy importante para mantenernos en eje.

Además, démonos cuenta que el ciclo es justamente eso, un ciclo que va variando, eso significa que el cansancio no va a ser eterno, ni tampoco el impulso va a ser eterno. Comprender, observar en una misma e internalizar estos procesos nos ayudará a aprovechar cada momento en función de la energía que surge de nosotras mismas, en vez de ir en contra de la corriente todo el tiempo.

Los ciclos femeninos que vamos a analizar son tres. En el próximo artículo veremos el primero: el ciclo femenino de menstruación- ovulación.




1.3.13

La necesidad de compartir

Es propio de la naturaleza femenina esta necesidad de compartir? Me lo pregunto porque no veo a los hombres con ganas de juntarse a hablar de lo profundo ni mucho de lo que les sucede internamente…

Lo que si sé es que la energía femenina es de naturaleza yin: profunda, latente, oscura, enraizada, y que tal vez estamos en un momento en el que nos es necesario expresar aquello que llevamos guardado durante tiempo. La energía femenina también es creativa, sanadora y luminosa desde el centro. Es hora de mostrar la luz que cada una de nosotras tiene dentro?

Primero necesitamos compartir entre nosotras lo que vamos descubriendo cada una en su camino, así nos damos cuenta que nos suceden cosas parecidas y eso nos ayuda a no sentirnos tan solas. La soledad es un común denominador en el camino femenino. Siempre me encuentro con mujeres que me cuentan que en algún punto se sienten solas.

Nuestro camino hacia el interior es solitario por momentos, pero muchas veces somos muchas personas solas todas juntas. A pesar de que las batallas propias deben lucharse en soledad, estamos acompañadas en el campo de batalla por muchas mujeres que se encuentran en la misma búsqueda.

Tengo el propósito de generar un espacio donde las mujeres nos podamos juntar a compartir lo que necesitemos en cada momento, desde un lugar no juicio, sino de escucha abierta y respeto. No hace falta ayudarnos, se que cada una de nosotras tiene la fortaleza suficiente como para vencer cada obstáculo que se le presente. Solamente necesitamos compartir, vernos entre nosotras en el campo de batalla, saber que somos muchas las que estamos transitando estos caminos y que nuestros caminos están cerca.

Así va comenzando este proyecto.